- Publicación: 3 junio 2016
- Categorías: Antes-Después
- Etiquetas Etiquetas: Alhambra, Antes/Después, Convento, Franciscano, Parador, San Francisco
El antes y el después del Parador de San Francisco
Parador de San Francisco es un alojamiento turístico perteneciente a la red de Paradores Nacionales de Turismo, abrió sus puertas al público en 1954, situado en la ciudad española de Granada, comunidad autónoma de Andalucía.
Está ubicado en un convento del siglo XV, dentro del recinto de la Alhambra, construido por los Reyes Católicos en 1494 sobre un palacio nazarita, el palacio de los infantes de Muhammad III (1303-1309), del que aún se conservan importantes restos como la Sala Nazarí. En su claustro y habitaciones se exponen numerosas piezas de arte y mobiliario. Abandonado el monasterio en 1835 por los franciscano fue utilizado durante el siglo XIX como cuartel. Bajo la dirección del arquitecto Leopoldo Torres Balbás se rescató de la ruina casi total entre 1927 y 1936, reconvirtiendo el edificio en residencia de pintores. Francisco Prieto-Moreno Pardo, como jefe arquitecto y conservador de la Alhambra realizó excavaciones arqueológicas aflorando entre sus resto el ḥammān o baño árabe del palacio musulmán, edificando la zona que se usa hoy como parador.
Aquí podéis ver una recreación de como se vería en su momento más primigenio del Parador de San Francisco:
Su origen se remonta al primitivo palacio de un príncipe nazarí, reconstruido en el siglo XIV por Yusuf I y dedicado a convento de Franciscanos tras la conquista de 1492, en cumplimiento de un voto de la Reina Isabel. En la cripta de la iglesia construida para el convento, estuvo enterrada provisionalmente la Reina hasta que en 1521 fueron trasladados sus restos a la Capilla Real.
«E quiero y mando que mi cuerpo sea sepultado en el Monasterio de Sant Francisco que es en la Alhambra en la Ciudad de Granada… en una sepultura baxa que no tenga bulto alguno, salvo una losa en el suelo…» (Manda que su cuerpo sea enterrado en el Monasterio de San Francisco de la Alhambra, que fue la primera fundación monacal de la ciudad tras su conquista) (testamento Isabel la Católica, hecho en Medina del Campo el 12 de octubre de 1504).
Las sucesivas reformas del convento en los siglos XVI y XVIII dejaron inalterada buena parte de su primitiva construcción árabe que estuvo a punto de desaparecer al dejar de pertenecer a los Franciscanos. El conde de las Infantas evitó, con sus propios medios, la ruina total hasta que la machaconería de Gallego Burín consiguió que el Ministerio de Educación cediera el edificio a la dirección de Turismo y se construyera el Parador.