Sala de los Abencerrajes - Alhambra

Breve descripción del monumento

Se encuentra situada frente a la Sala de Dos Hermanas, y su nombre se debe a que la tradición popular asegura que en esta sala fueron degollados los caballeros Abencerrajes, aunque los autores no se ponen de acuerdo sobre qué monarca ordenó su ejecución.


Historia del monumento

Esta sala fue alcoba del sultán. Al ser cuarto privado no hay ventanas al exterior. Los muros están ricamente decorados. El estuco y los colores son originales. El zócalo de azulejos es del siglo XVI, de la fábrica Sevillana de azulejos. La cúpula está decorada con mocárabes, en el suelo, en el centro, una pequeña fuente servía para reflejar la cúpula de mocárabes, que al estar ricamente decorada, conseguía una luz encantadora y mágica, pues al entrar la luz por la parte superior iba cambiando según las distintas horas del día. De la pila baja sale un canalillo que conduce el agua hasta la fuente de los Leones.

La Sala de los Abencerrajes tiene una gran historia. Se dice que 36 caballeros murieron aquí cuando Boabdil los sacrificó. Los Abencerrajes eran muy populares en la ciudad y eran la personificación de todo es noble y es caballeresco. El ejército no tenía igual. Aunque probablemente no sea la verdad que el rey los sacrificó, hay un rojo, el color de sangre, entre las baldosas del suelo en esta sala.

La entrada a la sala presenta dos arcos separados por un corredor que comunica con el piso alto, a la izquierda, y con el vestíbulo de la entrada primitiva al palacio, a la derecha. El cuadrado central de la sala posee alcobas en sus laterales, con arcos decorados de manera exquisita cuyas columnas poseen capiteles azules, y techos con pinturas. Las paredes presentan cubiertas de yeserías y un zócalo de azulejos del siglo XVI, de estilo renacentista. Sobre ocho trompas de mocárabes encontramos una magnífica cúpula también de mocárabes. En estas trompas podemos leer la siguiente inscripción: «No hay más ayuda que la que viene de Dios, el clemente y misericordioso». Las ventanas situadas en el comienzo de la cúpula dejan pasar una luz tenue que ilumina sus mocárabes, dándole un aspecto mágico. El piso alto parece que estuvo dedicado al Harén (harim), y por tanto era un espacio exclusivamente femenino. Un extraordinario mirador, abierto al patio por tres arcos, que tendría en su época una celosía, permitía la contemplación de las concubinas del mismo sin originales de esta sala, con un labrado extraordinario. La sala de los Abencerrajes pudo ser la estancia de fiestas en el invierno, aislado por sus gruesas puertas de madera y calentado por los braseros de cerámica o piedra, y las concubinas bajarían desde el Harém superior cuando el sultán las requería.